La rutina es un acido que desgasta la vida de las personas sin que se den cuenta hasta que, llegado cierto momento de su existencia, se dan cuenta que todo fue un error, que esos momentos esenciales que debieron disfrutar nunca fueron realmente disfrutados.
En uno de sus mejores cuentos, La muerte de Ivan Ilich, el gran conde Tolstoi hace que una persona en trance de muerte se de cuenta que toda su vida, completa y definitivamente, fue un error, un error que ya no podra corregir por mas que quiera.
Eso le pasa a muchas parejas que, ocupadas en juntar dinero y mas dinero, se vuelven obsesivas por su trabajo y olvidan que tienen que disfrutar esos momentos, escasos pero reales, que pasan juntos, esos momentos que luego podran contarle a sus hijos y luego estos a sus nietos.
Para aprovechar estos momentos existen los viajes de novios que permiten que, alejados de su entorno natural, una pareja pueda recuperar la magia perdida por el desgaste cotidiano, por ese verse las caras en las mismas situaciones dia tras dia tras dia.
Es logico que esto sea asi porque no hay peor enemigo para una pareja que la rutina, que saber, con la precision de una maquina, que hara el otro, como lo hara, cuando lo hara, quitando asi la magia de la sorpresa, indispensable para vivir bien.
Los viajes de novios permiten devolver la magia perdida y, en un ambiente nuevo, convertir lo que eran cenizas en un fuego que arda, con la fuerza y pasion del principio, cuando el otro, que era un misterio, comienza a abrirse para descubrir sus secretos, maravillosos secretos.
Para saber más al respecto solo ingrese al sitio web de la compañia: viajes-achina.es/
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